Ada Bernaus Vives (Barcelona, 1998) es investigadora predoctoral en el grupo de Bases Moleculares de la Memoria y la Neurodegeneración del Dr. Mariano Carrión Vázquez, científico del Instituto Cajal. Cursa su segundo año de doctorado y estudia los mecanismos moleculares y las aplicaciones de proteínas que realizan separación de fases líquido-líquido, un fenómeno que ha supuesto una auténtica revolución en la biología celular pues representa el principio en el que se basa la formación de los denominados “orgánulos sin membrana”.

¿En qué consiste tu investigación doctoral y cuál es su impacto social?

Mi tesis se entra en dos líneas principales. La primera asociada al proyecto europeo PathoGelTrap, donde se desarrolla una nueva biotecnología para el control de patógenos en el agua de piscifactorías, con el fin de prevenir enfermedades infecciosas en peces mediante su atrapamiento y consecuente inactivación directa, evitando así el uso de antibióticos y/o vacunas. Esta tecnología consiste en una quimera proteica, compuesta por un módulo proteico impulsor de la separación de fases y un binder específico para cada patógeno que se pretenda controlar. La segunda línea se dedica al estudio de la proteína CPEB3, involucrada en el paso de memoria de corto a largo plazo, y que regula la traducción de mRNAs codificantes de proteínas sinápticas implicadas en la plasticidad neuronal. Mi tesis se centra en estudiar las diferentes isoformas de la proteína en el cerebro humano para averiguar cómo se regula su función, qué papel desempeñan sobre esta las modificaciones postraduccionales y la integración de todo este conocimiento generado en su implicación fisiológica en la consolidación de la memoria.

¿Cuáles son los principales resultados obtenidos hasta ahora?

En cuanto al PathoGelTrap hemos desarrollado dos quimeras candidatas y hemos comprobado su efectividad in vitro en el atrapamiento de los respectivos patógenos con muy buenos resultados. Actualmente nos encontramos en proceso de que estas sean probadas en tanques con peces por parte de colaboradores del consorcio europeo mientras en el laboratorio nos centramos en optimizar su producción y testear su reciclaje.

Respecto a CPEB3, he estudiado el mecanismo de agregación de la proteína a nivel monómero mediante la técnica de Espectroscopía de Fuerza Monomolecular. Con este análisis nanomecánico buscamos identificar la estructura (confórmero) iniciador de la cascada amilogénica funcional, lo que confiamos nos permita también indicarnos el camino a seguir para tratar de convertir los amiloides patológicos (responsables de las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson) en estructuras inocuas. Mediante otro tipo de experimentos en otra línea de trabajo, he identificado ya tres isoformas de CPEB3 en una genoteca de cerebro humano, una de ellas correspondiente a la canónica ya caracterizada en mi grupo, y otras dos, que me dispongo a estudiar durante los años de mi tesis.

¿Qué te motivó a realizar un doctorado?

Me encanta la ciencia porque tengo muchas preguntas y me acerco desde simplemente el querer saber, por entender, no necesariamente sacar algo de ello. Por supuesto que la acumulación de conocimiento siempre dará lugar nuevas aplicaciones tecnológicas que tengan la potencialidad de mejorar la vida de las personas, y claro que me gustaría contribuir a ello, pero no me veía investigando para una empresa donde mi trabajo se viera enfocado a simplemente sacar productos para el beneficio de esta y no tuviera control sobre las aplicaciones y dirección de mi investigación. Así una tesis me da la libertad para escoger mi línea de investigación y control sobre ella.

Cuéntame algún momento feliz durante el desarrollo de tu doctorado

La primera reunión en la cual participé como organizadora de la Asamblea de doctorandas de mi centro. Esto es una asamblea que hemos organizado las doctorandas de mi centro para apoyarnos entre nosotras y crea redes de conexión. En ella pude conocer mejor a mis compañeras, exponer nuestros problemas comunes y buscar soluciones dentro de nuestro alcance.

¿Cómo superas los momentos de frustración en el laboratorio?

La realización de la tesis, por muy vocacional que sea, es un trabajo, y debe entenderse como tal, es importante recordarlo y no caer en una romantización de la investigación. Si al final del día las cosas no han salido, no pasa nada, tu vida no es tu tesis, vuelve a casa y ponte una serie o sal con amigos. También hay que recordar que en la ciencia la mayoría de resultados son negativos, y que los resultados negativos son informativos y muy útiles, caemos en la necesidad y la premura de descubrir la siguiente gran cosa, cuando en realidad cada gran descubrimiento ha estado compuesto por miles de resultados negativos y miles diferentes pequeñas contribuciones. Cuatro años pueden parecer mucho tiempo, sobre todo si tienes ventipocos como yo, pero desde el punto de desarrollar un proyecto científico es un tiempo muy limitado.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo?

Pues intento mantener, en la medida de lo posible, un balance entre mi doctorado y el resto de mi vida. Dos tardes a la semana hago kick-boxing que me ayuda a descargar estrés y hacer algo de ejercicio. También me gusta leer, hacer ganchillo, ir al cine o ver películas en casa y dar paseos con música y estar con mi gato. Y por supuesto, salir con mis amigos.